En junio, el activista de derechos humanos y periodista Maxim Butkevich fue hecho prisionero cerca de Severodnonetsk. Era comandante de pelotón y, estando en una emboscada, decidió deponer las armas para salvar la vida de los soldados. Maksim no ha estado en contacto con su familia desde hace casi un mes y se desconoce su paradero.
La propaganda rusa difundió bulos sobre él, llamándolo «espía británico» y «nazi». Sus familiares creen que puede tratarse de una campaña de desinformación para preparar a la opinión pública para acusar a Maksim de terrorismo y abrir una causa penal.
En su momento, Maksim Butkevich participó en campañas de solidaridad con Stanislav Markelov y Anastasia Baburova, defensores del bosque de Khimki. Una activa postura internacional antiautoritaria puede ser ahora la causa de la persecución de la dictadura rusa.
Maxim Butkevich es cofundador de Gromadske Radio y coordinador de la iniciativa de derechos humanos REAct, formó parte de la junta directiva de la oficina ucraniana de Amnistía Internacional y trabajó como periodista para la BBC.
También es cofundador del proyecto Bezgraniznyi, que ayuda a los refugiados y desplazados. En particular, Maxim Butkevich participó activamente en la campaña de apoyo al anarquista bielorruso Aleksei Bolenkov, así como en las iniciativas dedicadas a la legalización de los bielorrusos que huyeron a Ucrania por motivos políticos.
A juzgar por los vídeos de propaganda difundidos por la parte rusa, Maksim se mantiene en cautividad con dignidad y no cambia sus principios.
Llamamos a la solidaridad con el compañero capturado. ¡Libertad para Maxim Butkevich!